Hermano Bonifacio Pavletic
01.11.2013 22:47
4 de noviembre
Aniversario de la muerte del Hermano Bonifacio Pavletić.
Nació en Zbjegovča (Zbiegobach) y bautizado en la parroquia de Kutina, Croacia el 25 de junio de 1864.
El 26 de noviembre de 1885, en una página de su diario escribe: “hice el propósito de conservar la castidad”. En 1886, llega a Graz de Stiria, ubicada en el territorio austriaco, y se registra en la “Sociedad Católica de los Jóvenes Trabajadores”.
El 28 de junio de 1887, a los 23 años Iban Pavletić es recibido en la congregación por el mismo Padre Monti que al momento de la vestición del hábito religioso, el 9 de diciembre de 1887, le da el nombre de Bonifacio, en recuerdo del Hermano Bonifacio Junker, religioso alemán, recientemente fallecido en concepto de santidad. La ceremonia de la vestición fue precedida por el cardenal Lucido María Parrocchi, protector de la Congregación.
Se consagra al Señor con los primeros votos el 6 de enero de 1890 y con los perpetuos el 25 de marzo de 1896. En Saronno estuvo en el período que abarca desde el 14 de octubre de 1890 al 13 de abril de 1892, mientras en Capranica el tiempo que va entre el 22 de junio al 24 de septiembre de 1895.
A los 30 años le descubren una patología, tuberculosis pulmonar laringea, que lo llevará a la muerte el 4 de noviembre de 1897, después de 3 años de sufrimiento y 10 años de vida religiosa.
Su funeral se celebró en la capilla de la casa General ubicada en Vía Della Luce Nº 46, Roma, y fue sepultado en el cementerio de Campo verano, inaugurando la tumba de la congregación.
Fue muy observante de las constituciones, de heroicas virtudes, de una profunda piedad y sobre todo de una incondicional obediencia. Por estas singulares virtudes fue reconocido por todos como santo.
El Concejo General reunido el 13 de junio del 2007 decidió de iniciar el proceso para la causa de beatificación.
El 28 de septiembre del 2008 sus restos mortales fueron trasladados a la Iglesia de la Curia General, ubicada en Vicolo del Conte Nº 2, Roma.
Oración al Hermano Bonifacio Pavletić
Oh Padre,
que infundes con tu espíritu
la santidad en tus hijos,
te agradecemos por haber concedido
al Hermano Bonifacio Pavletić
joven a ti consagrado en el nombre
de la Inmaculada,
de cumplir siembre tu voluntad.
Por tu gracia
fue obediente a la llamada
fiel en el servicio a los enfermos
guía de los huérfanos
en la fe y en el trabajo
testimonio entre los jóvenes religiosos
del amor evangélico.
Por su intercesión concédenos
la gracia que con fe
te pedimos.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.