Testimonio de María Castoldi
11.09.2013 14:36
María es una ama de casa de Vellezzo Bellini (Pavía) que vino a Bovisio Masciago como doméstica del párroco padre Carlos Rho, su tío (1892-1922). Frecuentó a Padre Monti por 8 años: en 1892 tenía 16 años y él 67. También ella en 1943 declaró en el proceso de beatificación a la edad de 67 años recordando los momentos de visitas que Padre Monti hacía a Bovisio y al párroco.
María confirma la presencia constante de Padre Monti en Bovisio Masciago: “Viniendo de Roma, visitaba a mi tío del cual era íntimo y esto sucedía cos o tres veces al año”.
Observando a Padre Monti, María lo describe así: “Era un hombre verdaderamente de fe y bastaba verlo solamente en la Iglesia para hacer inmediatamente sobre él juicio de santo. Rezaba mucho en la Iglesia frente al Santísimo Sacramento. Tenía una devoción grandísima a la Virgen y a San José. Gran veneración y respeto tenía por el Papa. Decía además que si él ha podido fundar su Congregación contra todas las oposiciones que encontraba, se lo debía al Papa”.
Tomando algunos rasgos de su carácter, María dice: “Era justo con todos. Aunque muy bueno, era sin embargo muy fuerte y difícilmente volvía atrás en sus propósitos. Era fuerte al sostener persecuciones en su juventud y en todo el curso de su vida. Caritativo con los otros, para sí se conformaba con poquísimo, teniendo espíritu de mortificación y pobreza”.
Concluyendo su declaración, afirma: “En vida gozaba de fama de santidad en todo el pueblo de Bovisio y especialmente entre aquellos que lo conocían un poco íntimamente. Mi tío lo tenía por tal y me hacía notar lo poco que el Siervo de Dios aparentaba externamente, mientras había hecho grandes obras. Durante su última enfermedad, fue a visitarlo; y volviendo me dijo que estaba por morir un santo”.